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No todos los hombres están preparados para una situación hotwife

Han pasado algunas semanas desde la última vez que Agar tuvo relaciones sexuales con otro hombre que no soy yo, y sinceramente, ya nos hace falta volver al juego vixen y stag que tanto nos gusta

Ayer, Agar conoció a un chico que le gustó mucho al principio. Se conocieron en una reunión en casa de unos amigos y hablaron durante un rato, mientras yo los observaba. Él supo que Agar era una mujer comprometida tan pronto como se conocieron. Desde luego, eso no lo detuvo, incluso cuando hablaron acerca de temas bastante calientes.

Pero cuando Agar le contó que yo iba a estar al tanto de todo, y que con seguridad estaría de acuerdo con cualquier interacción sexual que ellos pudieran tener, el chico se enfrió rápidamente y perdió todo el interés en Agar.

En realidad, esto ocurre muy frecuentemente. A muchos hombres solteros les genera morbo el hecho de poder tener relaciones con una mujer casada que le está siendo infiel a su esposo, pero es distinto cuando el marido está de acuerdo en que eso ocurra. Quizá no tenga sentido para muchos, pero es algo que de alguna manera puede entenderse.

Muchas chicas, incluyendo Agar, creen que sería mucho más fácil para el chico single que el esposo esté al tanto de la situación, ya que sería una preocupación menos de la cual estar pendiente. Incluso, eso evitaría cualquier pelea, discusión o confrontación en caso de que el marido se entere del “affair” de su mujer.

Desde mi punto de vista, a muchos hombres les genera morbo saber que se están acostando con una mujer casada, a espaldas de un marido cornudo… no consensuado. ¿Por qué? Porque los hombres hacemos creer, muchas veces, que queremos tener sexo con cualquier chica, en cualquier momento, en cualquier lugar, pero en realidad eso no es verdad.

Existe un componente psicológico en la emoción de lo prohibido, el riesgo y el tabú que rodea el engaño.

La verdad es que existen mentes que no están abiertas y eso abarca que la no monogamia consensuada no es para todo el mundo. La idea de que el esposo esté no solo al tanto, sino también que apruebe y disfrute de la situación, es algo que muchos no pueden asimilar. La cultura y las normas sociales han moldeado nuestras ideas sobre la fidelidad y el matrimonio de tal manera que salir de esas normas resulta perturbador para algunos.

Puedo imaginar cómo el chico pudo haber reaccionado cuando Agar le contó que yo estaría enterado, o que tendría que estar presente, mirando, mientras me masturbaba, o simplemente grababa un vídeo. El chico, que no era tan joven, tuvo que haberse asustado.

Para muchos hombres, la idea de ser parte de una situación hotwife puede ser emocionante en teoría, pero la realidad puede ser demasiado para manejar. La presencia del esposo, el conocimiento de que todo es consensuado y planeado, puede quitarles la sensación de rebeldía y peligro que inicialmente los atrajo. Además, la presión de tener que desempeñarse sexualmente sabiendo que están siendo observados puede ser intimidante.

La no monogamia consensuada y las dinámicas hotwife requieren de una mentalidad abierta y una comprensión profunda de los límites y deseos de todos los involucrados. No todos están preparados para esto, y es importante reconocer y respetar esos límites.

Para aquellos que pueden navegar estas aguas, las recompensas pueden ser intensas y satisfactorias, pero siempre debe haber un entendimiento mutuo y consentimiento claro.

En resumen, no todos los hombres están preparados para una situación hotwife. Las dinámicas, emociones y expectativas pueden ser abrumadoras para algunos, y eso está bien. Lo importante es encontrar amantes que compartan las mismas expectativas y que estén dispuestos a explorar este tipo de relaciones de manera segura y consensuada.

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